domingo, 8 de mayo de 2011

“Bajo el nombre que sea, observaremos”

Comenzó a fumar desde muy joven y, tras haber abandonado el hábito por siete años, lo retomó nuevamente. De ahí que su oficina huela a tabaco, pese a que quiere esconderlo con un spray aromatizante.

Junto al escritorio lleno de papeles que ocupa a diario está un cuadro de Sandino, pintado por Pérez de la Rocha. El cuadro tiene historia porque, aunque sin firma, en ese saco fue usado para la llamada “última batalla del café”, en 1988 y el artista lo pintó en medio de un cafetal, en un arrebato de inspiración.

Mauricio Zúniga, de 54 años, es jinotepino y colaboró en la lucha contra la dictadura de Somoza, después participó activamente en las actividades que demandaba la nación durante el proceso revolucionario, del cual se desvinculó para apoyar proyectos de legalización de propiedades a exmiembros del Ejército, la Resistencia y la Asociación de Trabajadores del Campo.

Desde hace 21 años trabaja en el Instituto para la Democracia (Ipade), donde ha cumplido varios roles en los diversos proyectos de educación, desarrollo agrícola, formación de liderazgo, participación ciudadana y por el que es más conocido, observación electoral, que él gusta llamar “construcción de democracia”.

:::¿Cómo se involucra en el trabajo de construcción de democracia?

Esto que hacemos aquí es un apostolado. En 1996 se desarrolló la primera campaña cívica masiva para educar a los electores, como la construcción de agenda por parte de las poblaciones, en vez de que los candidatos llegaran a ofrecer promesas demagógicas, considero que esto cambió la cultura política a nivel local porque no llegaban con discursos vacíos, sino que la población de todos los partidos había concertado sus propias demandas.

En los municipios no prevalece el nivel de polarización política que hay en Managua porque en los municipios a todos les chima la misma piedra en el zapato.

:::Ustedes presentaron el primer informe de observación electoral, sin embargo no han sido acreditados. ¿Cómo continuarán trabajando durante el proceso?

Tenemos un equipo especializado en diversas áreas como padrón electoral, estadísticas, leyes, entonces tenemos muchas capacidades y experticia, pues hemos estado durante 15 años dando seguimiento y observando elecciones y consideramos que podremos hacerlo aún si nos acreditan en corto tiempo antes de las elecciones.

Porque estos trabajos de observación no es de improvisación, así que estaremos amparados en nuestra experticia y a la espera de ser acreditados.

:::¿Serán acompañantes, como ha señalado en diversas ocasiones el presidente y el Consejo Supremo Electoral?

Bajo el nombre que le pongan vamos a ser observadores porque no existe en ninguna ley esa figura de acompañamiento, si los magistrados han decidido que se llamara acompañamiento, introduciremos nuestras solicitud para observar, cumpliremos nuestra función y haremos lo correcto, conscientes que habrá un costo por ello.

:::Mencionó que trabajan en diversas áreas y proyectos pero, ¿ la observación y sus señalamientos les han traído consecuencias?

Sí. Aunque hemos decidido mantener nuestra autonomía y seguir haciendo señalamientos. El costo político es evidente porque no nos quieren acreditar, también como centro de capacitaciones hemos ganado licitaciones con el Estado y nos hemos enterado que la orden, aún pasando por encima de la ley de contrataciones del Estado, es que no se nos adjudiquen para ahogarnos.Nosotros somos una organización sin fines de lucro y lo que captamos nos sirve para, al momento de formular proyectos, aportar un porcentaje al mismo como exige la cooperación internacional, pero consideramos que aunque al poder no le guste el disenso y nos descalifiquen, continuaremos siendo la voz activa y propositiva para que se formule un cambio.

:::¿Qué pasa con la gente en las zonas rurales? ¿Tienen demandas planteadas para los candidatos? ¿Van a votar?

Nosotros trabajamos con diferentes proyectos en 400 comunidades rurales del país, en Nueva Segovia, Regiones Autónomas y Río San Juan, donde no hay presencia del Estado, es decir en casi el 50 por ciento del territorio nacional que está en abandono; esta población, pese a su sencillez, le gusta participar, demandar, votar, pero además le gusta cooperar. Nicaragua es un laboratorio político, ideológico y social porque aún con los bajos niveles de escolaridad en las comunidades, los líderes y lideresas tienen como promedio tercer grado aprobado, más del 70 por ciento de la población participa en elecciones nacionales.

:::¿Los políticos están claros de esa situación de abandono de las comunidades rurales?

No puedo ser categórico y decir que no porque han venido avanzando poco a poco, pero aún la presencia es muy débil y no podemos dejar de decir que en la mitad del territorio nacional tenemos a niños con aulas multigrados recibiendo educación de baja calidad o sin escuelas, poblaciones sin acceso al agua, electricidad, eso es un polo a tierra, estar conscientes de esas necesidades y la importancia de la participación política pública de la ciudadanía para cambiar esa realidad y esa participación no se da solo durante las elecciones, se da antes, durante y después.

:::¿Tienen su polo a tierra los políticos o están en una burbuja?

El gran peligro de los políticos es que se queden en una burbuja y en Nicaragua está pasando un poco eso. Porque los partidos deben retroalimentarse de la población y eso no está ocurriendo, y eso es de suma importancia porque si querés gobernar el país, debés saber que se gobierna para mayorías y minorías y por ello deben ser escuchadas diversas voces, en una sociedad debe haber concertación y si no hay consulta ciudadana, entonces ninguna política pública será exitosa.

Ningún caudillo ha sido educado para que respete el disenso, aunque se digan demócratas, se niegan a tener o escuchar la pluralidad de opiniones y solo quieren escuchar decir “chi cheñol”.

:::¿Ha coqueteado algún partido con usted para llevárselo a sus filas y dejar de ser un agente independiente?

Siempre ocurre eso, pero algo que ha marcado no solo a mí, sino al equipo de trabajo de Ipade, es que somos profesionales técnicos apartidistas, nuestra labor es proactiva, propositiva, crítica, aunque por la polarización en determinado momento todos te puedan descalificar porque lo que fue bueno hace cuatro año como la observación electoral, ahora es malo.

:::¿No le veremos como candidato en algún momento?

No lo creo, yo le doy gracias a Dios haber sobrevivido a la guerra contra la dictadura de Somoza, a la sangría que fue la guerra de los 80 y por eso creo que estoy abocado y creo en la capacidad de cambio de la gente, en ser transmisor de esperanza de que la situación puede cambiar y que tendremos una mejor Nicaragua con oportunidades para los más pobres, hago mi trabajo como dije, es un apostolado.

:::Mucha gente habla de una incipiente dictadura. ¿Cree que estemos cerca de eso?

Nicaragua ha tenido avances, retrocesos y estancamientos. En materia macroeconómica se ha avanzado, no así en la reducción de la pobreza; este gobierno ha destinado políticas públicas positivas en el campo de educación, salud y agricultura, pero ha chocado con la Constitución y se ha caracterizado más por la imposición y exclusión, así como por limitar la independencia de poderes en el país, que a veces parece no existir y no hay frenos, lo que hace que tengamos una política criolla polarizante y excluyente y no una política real de concertación, poniendo en primer lugar los intereses de la nación como ha ocurrido en El Salvador.

:::¿Qué opina de la reelección del presidente Daniel Ortega?

No estamos en contra de una reelección, hay muchos alcaldes que son excelentes administradores municipales, son municipalistas de primera categoría, pero la reelección debe contar con una ley. Reformar la Constitución, respetar los canales de la institucionalidad para transformar el sistema político, establecer la normativa, pero que no impongan en detrimento de la independencia de poderes y por medio de una cuestionada reunión en la Sala Constitucional la reelección...

Los líderes deben dar el ejemplo y respetar la ley y por eso pedimos reflexión y rectificación a los gobernantes porque son empleados de nosotros, les guste o no, tienen que escuchar la crítica y los señalamientos de los ciudadanos.

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